miércoles, 22 de agosto de 2012

Lo que hallará al entrar en una capilla mormona

Centro de reuniones Santo de los Últimos Días ubicado en Palmyra, Nueva York, EE. UU. La mayor parte de quienes visitan por primera vez un centro de reuniones de la Iglesia Mormona mencionan algo en cuanto a la cantidad de salones que dichos edificios tienen. Muchas personas esperan encontrar un único y amplio salón, al igual que en los centros de adoración de muchas otras religiones cristianas.
Sin embargo, los centros de reuniones de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días son diferentes a los que muchas otras religiones utilizan. Tienen aulas, oficinas, una pila bautismal, una cocina y, en muchos casos, un salón cultural con una cancha interior de baloncesto. Por lo general, los salones culturales de los centros de reuniones mormones cuentan con un escenario para representaciones teatrales o espectáculos musicales. Además, la cancha de baloncesto también sirve como pista de baile o como salón comedor, entre otros usos.
Centro de reuniones Santo de los Últimos Días ubicado en Phnom Penh, Camboya.
Centro de reuniones Santo de los Últimos Días ubicado en Phnom Penh, Camboya.
Tienen todo ello además de un amplio salón para doscientas o trescientas personas que se denomina “capilla”, el cual se usa para las reuniones de adoración dominicales. En ocasiones, los mormones también usan el término “capilla” para describir todo el edificio o centro de reuniones.
“El edificio era muy sencillo”, dijo Sandra Yeo después de visitar por primera vez uno de los centros de reuniones de la Iglesia en su Inglaterra natal.
“Hasta donde pude ver, no había cruces, murales, estatuas ni figuras de ningún tipo,. Jamás había estado en una iglesia cristiana que careciera de ese tipo de cosas. No obstante, esa sencillez me resultó muy agradable”.
Para los Santos de los Últimos Días, las capillas de la Iglesia son un centro de vida religiosa y social. Sin embargo, la parte más importante de la semana es la reunión sacramental, la cual tiene una hora de duración. Ésta tiene lugar los domingos y es semejante a otros servicios de adoración cristianos. Los hombres, las mujeres y los niños ofrecen oraciones, dan sermones y cantan himnos; además, se reparte la Santa Cena, que es similar a la comunión de otras religiones. Asimismo, los miembros de la Iglesia enseñan los principios impartidos por Jesucristo.
Centro de reuniones Santo de los Últimos Días ubicado en Harlem, Nueva York, EE. UU.
Centro de reuniones Santo de los Últimos Días ubicado en Harlem, Nueva York, EE. UU.
Al asistir a las reuniones de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Wisconsin por primera vez, Brian Sharon se sintió impresionado ante los servicios de adoración.
“Estaba acostumbrado a los servicios de adoración muy formales y altamente estructurados de la iglesia de mi infancia”, dijo Sharon. “Me causó curiosidad cuán sencilla y eficientemente se manejaban las cosas, sin rituales o ceremonias extensas. Además, me conmovió lo amigables y afables que eran todos, en especial hacia quienes estaban de visita, como mi familia. Fue una sorpresa agradable”.
Además de la reunión sacramental, existen otras reuniones dominicales que forman parte del programa de tres horas que tiene lugar desde las 9:00 hrs. hasta el mediodía, desde las 11:00 hasta las 14:00 hrs. o en algún otro horario alternativo.
Dichas reuniones incluyen clases para los jóvenes y para los adultos, así como lo que los mormones llaman “la Primaria”, que es un periodo de tiempo en el que los niños de hasta doce años asisten a clases y cantan.
Los mormones tienen familias numerosas, de modo que prepárese para ver —y oír— muchos niños; y aunque los padres mormones se esfuerzan por enseñar a sus pequeñitos a ser reverentes, también se insta a los niños a participar.
Por ejemplo, en la Primaria, que es para los niños, verá niños de siete años, o aun más pequeños, que ofrecen discursos, leen pasajes de las Escrituras y oran frente a sus compañeros. Las canciones que se enseñan y cantan en la Primaria se centran en la vida y en las enseñanzas de Jesucristo, en temas de las Escrituras y en formas sencillas en que los niños y los demás puedan poner en práctica lo que se predica.
Generalmente los mormones son personas amigables, de modo que los visitantes no deben sorprenderse si alguien, al ver un nuevo rostro, se acerca para conversar, darles la mano y ayudarles a hallar la reunión o clase indicada.
Una idea equivocada que es común entre quienes no pertenecen a la religión mormona es que sólo los Santos de los Últimos Días pueden entrar a sus capillas. Es muy probable que tal idea se deba a que se confunden las capillas con los templos. Mientras que en los templos, de los cuales existen 151 en todo el mundo (incluyendo los ya erigidos así como los que se han anunciado o que están en construcción), el ingreso se limita sólo a los miembros de la Iglesia que estén plenamente consagrados a su fe, en las capillas mormonas se permite el ingreso de cualquier persona que desee ir de visita o adorar junto a sus vecinos Santos de los Últimos Días. Existen más de 17.000 capillas en todo el mundo.
El diseño arquitectónico de las capillas Santo de los Últimos Días refleja la magnitud de una religiosidad que va más allá del púlpito y las bancas. El ser miembro de un barrio mormón (es decir, una congregación) significa ser parte de una comunidad religiosa que se reúne como grupo semanalmente y que se congrega de modo más reducido en varias reuniones más que se celebran todas las semanas.
En algunos casos, los centros de reuniones mormones se transforman en centros de operaciones para proyectos de servicio a la comunidad como, por ejemplo, en épocas de desastres naturales. En muchas ocasiones, tales actividades se llevan a cabo en conjunto con las de otras comunidades y grupos religiosos.
Los mormones dicen que aunque las actividades que los unen y que se efectúan dentro de sus edificios son amplias y variadas —algunas de ellas culturales, deportivas, educativas y sociales— la motivación subyacente de todo lo que se lleva a cabo es que las personas y las familias se ayuden mutuamente a superar los retos de la vida al aprender sobre Jesucristo y al esforzarse por llegar a ser semejantes a Él.
Para los Santos de los Últimos Días, los edificios que utilizan en sus distintos servicios de adoración y otras reuniones son importantes, pero no tanto como la edificación que tiene lugar dentro de sus muros. Lo más importante para los mormones es la edificación de personas y familias fuertes, el conocimiento, los lazos de unión y la fe en Dios.
“Nuestras capillas no están construidas con las mismas características de diseño”, dijo en una conferencia mundial el élder L. Tom Perry, quien es apóstol de la Iglesia. “Sin embargo, cada una de ellas se centra en la misión de nuestro Salvador. Son edificios dedicados al propósito de adorarle”.

LES INVITAMOS A QUE CONOZCAN SU CENTRO DE REUNIONES DE SAN FERNANDO , ACTUALMENTE EN CALLE ISAAC PERAL Nº 32 , (cerca del parque de "los patos" Almirante Lauhle, y es la calle que da a la plaza del Rey en el Ayuntamiento) Los horarios son: Barrio San Fernando 1 desde las 10:30 a 13:30 y Barrio San Fernando 2 desde las 11:00 a 14:00, para otras actividades consultenos.

martes, 21 de agosto de 2012

CÓMO ESTA ORGANIZADA LA IGLESIA DE JESUCRISTO DE LOS SANTOS DE LOS ÚLTIMOS DÍAS


Muchas personas desconocen cómo está organizada nuestra Iglesia, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, razón por la cual comparto con ustedes, mis queridos lectores, una descripción de la organización.
Lo primero que tenemos que saber es que nuestro Señor Jesucristo está a la cabeza de la Iglesia. Bajo Su dirección, las Autoridades Generales y los líderes locales guían y enseñan a los miembros de la Iglesia en todo el mundo.
1.- Líderes generales
Las Autoridades Generales están constituidas por la Primera Presidencia, el Quórum de los Doce Apóstoles, la Presidencia de los Setenta, el Primer y el Segundo Quórum de los Setenta y el Obispado Presidente.
Bajo la Dirección de Jesucristo, quince Apóstoles dirigen la Iglesia. A ellos se les considera profetas, videntes y reveladores. El hombre de más antigüedad como Apóstol es el Presidente de la Iglesia; por inspiración él escoge a otros dos Apóstoles como consejeros. Estos tres funcionan como la Primera Presidencia, la cual es el máximo cuerpo gobernante de la Iglesia.
Los miembros de la Primera Presidencia son testigos especiales de Jesucristo, llamados a enseñar y testificar de Él por todo el mundo. Ellos viajan con frecuencia, hablan y animan a vastas congregaciones de miembros y no miembros interesados y se reúnen con líderes locales.
Cuando no están de viaje, los miembros de la Primera Presidencia, en consejo con otros líderes generales de la Iglesia, analizan juntos los temas que conciernen a la Iglesia en el mundo, tales como la obra misional, la construcción de templos, el bienestar espiritual y temporal, entre muchos otros.
El Quórum de los Doce Apóstoles es el segundo cuerpo gobernante de la Iglesia (la Primera Presidencia es el primero o máximo). Los apóstoles son testigos especiales de Jesucristo llamados a enseñar y testificar de Él por todo el mundo. Ellos viajan con frecuencia, hablan y animan a vastas congregaciones de miembros y no miembros interesados y se reúnen con líderes locales.
Cuando no están de viaje, los miembros del Quórum de los Doce Apóstoles, en consejo con otros líderes generales de la Iglesia, analizan juntos los temas que conciernen a la Iglesia en el mundo, tales como la obra misional, la construcción de templos, el bienestar espiritual y temporal, entre muchos otros.
La Presidencia de los Setenta consiste de siete miembros del Primer Quórum de los Setenta, quienes son llamados por la Primera Presidencia y se les da autoridad para presidir sobre los Quórums de los Setenta.
La mayoría de las presidencias en la Iglesia están constituidas por tres personas: un presidente y dos consejeros. Sin embargo, de acuerdo con las Escrituras, en la Presidencia de los Setenta todos son presidentes —ninguno es consejero: “Y va de acuerdo con la visión que demuestra el orden de los Setenta, que los presidan siete presidentes, escogidos de entre el número de los setenta; y el séptimo de estos presidentes ha de presidir a los seis” (D. y C. 107:93–94).
Actualmente existen ocho quórums de los Setenta. Cada quórum puede tener hasta 70 miembros. Con frecuencia, a los miembros de los Quórums de los Setenta se les llama simplemente “Setentas”. Los Setenta son llamados a proclamar el Evangelio y a edificar la Iglesia. Trabajan bajo la dirección del Quórum de los Doce Apóstoles y de la Presidencia de los Setenta.
A algunos Setenta se les asigna funciones administrativas en las Oficinas Generales de la Iglesia, pero la mayoría de ellos viven y trabajan dentro de una región geográfica específica de la Iglesia. Al igual que los Apóstoles, ellos también viajan frecuentemente para visitar y enseñar a las congregaciones de la Iglesia.
A los miembros del Primer Quórum de los Setenta se les llama a servir hasta que alcanzan la edad de setenta años, y reciben luego el estatus de emérito (es similar a ser relevado). Los miembros de Segundo Quórum de los Setenta usualmente sirven de tres a cinco años; después de esto, son relevados. A los miembros del Primer y Segundo Quórum de los Setenta se les considera Autoridades Generales, lo que significa, que ellos tienen autoridad para servir en cualquier parte del mundo. A los miembros de los quórums restantes se les llama Setenta de Área y su autoridad está restringida al área en que sirven.
El Obispado Presidente es la presidencia del Sacerdocio Aarónico en toda la Iglesia. El Obispo Presidente y sus dos consejeros sirven bajo la dirección de la Primera Presidencia para administrar los asuntos temporales de la Iglesia.
Al igual que otras Autoridades Generales, los miembros del Obispado Presidente viajan frecuentemente para reunirse con los miembros de la Iglesia en todo el mundo y para enseñarles. Cuando no están de viaje, se reúnen en consejo con otros líderes de la Iglesia para tratar el programa de los Hombres Jóvenes y los asuntos temporales, tales como el diezmo, las ofrendas de ayuno, los programas de bienestar, el servicio humanitario, los proyectos de construcción, entre muchos otros.
2.- Áreas
La Iglesia a escala mundial está dividida en áreas geográficas. Por ejemplo, “Europa”, “Asia Norte”, “Caribe”, “Centroamérica” o como el área Sudamérica Noroeste en el cual están inmersos los países Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, son nombres de áreas específicas de la Iglesia. La Primera Presidencia ha asignado a la Presidencia de los Setenta para presidir sobre las áreas en los Estados Unidos y Canadá. En las otras zonas, la Primera Presidencia asigna presidencias de área para presidir sobre las áreas seleccionadas bajo la dirección del Quórum de los Doce. Una presidencia de área está constituida por un presidente y dos consejeros. Un presidente de área es usualmente una Autoridad General seleccionada de entre el Primer o el Segundo Quórum de los Setenta, mientras que los consejeros pueden ser, bien sea Autoridades Generales o Setentas de Área seleccionados de entre los otros Quórums de los Setenta.
Los miembros de la Presidencia de los Setenta o de las presidencias de área viajan frecuentemente dentro del área asignada para enseñar y animar a los líderes locales y a los miembros de la Iglesia. Se asigna también a los Setenta de Área a reunirse con los presidentes de estaca en su área e instruirlos, bajo la dirección de la presidencia de área o la Presidencia de los Setenta.
4.- Estacas
La mayoría de las áreas de la Iglesia están divididas en estacas, las que usualmente comprenden de cinco a doce congregaciones que se denominan barrios o ramas. Fue el profeta Isaías quien empleó el término estaca. Él describió la Iglesia en los últimos días como una tienda asegurada por estacas (véase Isaías 33:20; 54:2).
Un presidente de estaca y dos consejeros dirigen la estaca. El presidente de estaca es el sumo sacerdote que preside en una estaca. Estos líderes velan por el bienestar espiritual y temporal de los miembros de la Iglesia.
La presidencia de estaca llama a doce sumos sacerdotes a conformar el sumo consejo de la estaca. Bajo la dirección de la presidencia de estaca, los miembros del sumo consejo colaboran en la supervisión de la obra de la Iglesia en la estaca, desempeñando muchas tareas administrativas y de asesoría.
En forma similar a la administración general de la Iglesia, una estaca tiene presidencias de las organizaciones de la Sociedad de Socorro, los Hombres Jóvenes, las Mujeres Jóvenes, la Primaria y la Escuela Dominical. Estas presidencias asesoran a sus respectivas organizaciones en cada barrio de la estaca.
Las estacas también tienen un patriarca, un hombre que es ordenado para dar bendiciones patriarcales a los miembros de la estaca. Las bendiciones patriarcales otorgan guía y consejo inspirado y específico del Señor a quien la recibe.
5.- Barrios
A semejanza de la Iglesia en la antigüedad, los miembros de la Iglesia hoy en día están organizados en congregaciones. Las congregaciones grandes (de aproximadamente 300 miembros o más) se denominan barrios. Las congregaciones más pequeñas se llaman ramas. Un barrio está dirigido por un obispo y dos consejeros, quienes conforman un obispado; mientras que las ramas son dirigidas por un presidente de rama y dos consejeros. A continuación se describen las responsabilidades de un obispo, que son similares a las de un presidente de rama.
Obispo
Un obispo tiene muchas responsabilidades. Además de velar por todos los miembros del barrio, tiene una responsabilidad particular de guiar a los hombres y a las mujeres jóvenes del barrio. Él supervisa la enseñanza, la obra misional y el crecimiento espiritual del barrio. Es responsable de realizar entrevistas de dignidad, aconsejar a los miembros y administrar la disciplina de la Iglesia. Es responsable de cuidar del pobre y del necesitado, supervisa las finanzas, los registros y el uso y la seguridad del centro de reuniones.
Al obispo le asisten en estas y otras responsabilidades, dos consejeros, un secretario ejecutivo, diversos secretarios y los líderes de las organizaciones del barrio. Se llevan a cabo reuniones de liderazgo regularmente para que el obispo, y quienes le ayudan, analicen en consejo el bienestar de los miembros del barrio.
Sacerdocio de Melquisedec
Los varones adultos dignos de la Iglesia reciben el Sacerdocio de Melquisedec, que es la autoridad de Dios para efectuar ordenanzas sagradas y dirigir la Iglesia. Los hombres que poseen el Sacerdocio de Melquisedec pueden administrar ordenanzas, tales como otorgar el don del Espíritu Santo y dar bendiciones de salud por la imposición de manos. En un barrio, los hombres que poseen el Sacerdocio de Melquisedec pertenecen o bien al quórum de élderes o al grupo de sumos sacerdotes.
Un presidente y dos consejeros dirigen el quórum de élderes. Cada domingo se reúne el quórum de élderes para estudiar el Evangelio y recibir instrucción tocante a sus deberes, los que incluyen el enseñar y velar por los miembros del barrio (véase D. y C. 20:42). La orientación familiar es una forma de cumplir con este deber. A través de la orientación familiar dos poseedores del sacerdocio son responsables de visitar a los miembros en sus hogares para enseñarles, prestarles servicio y velar por ellos. El quórum de élderes puede también recibir asignaciones del obispo o del presidente de estaca para realizar proyectos específicos de servicio.
El grupo de sumos sacerdotes en el barrio es dirigido por un líder de grupo y dos asistentes (el quórum de sumos sacerdotes está conformado por todos los sumos sacerdotes de la estaca y lo preside el presidente de estaca). El grupo de sumos sacerdotes se reúne los domingos para estudiar el Evangelio y ser instruido en sus deberes. Los sumos sacerdotes tienen los mismos deberes que los élderes (incluso la orientación familiar). Ellos también pueden oficiar o presidir en el barrio y administrar las cosas espirituales (véase D. y C. 107:10, 12). El obispo o el presidente de estaca pueden dar asignaciones específicas al grupo de sumos sacerdotes.
La Sociedad de Socorro
Todas las mujeres en el barrio, de 18 años en adelante, así como las que son menores de 18, pero están casadas o son madres solteras, pertenecen a la organización de la Sociedad de Socorro. El propósito de la Sociedad de Socorro es organizar, enseñar e inspirar a las mujeres para prepararlas para las bendiciones de la vida eterna. Las miembros de la Sociedad de Socorro cumplen con este propósito al aumentar su fe y rectitud personal, fortalecer las familias y los hogares y al buscar y socorrer a los necesitados.
El obispo llama a mujeres ejemplares en el barrio para servir como la presidencia de la Sociedad de Socorro, la que normalmente consta de una presidenta y dos consejeras, asistidas por una secretaria. Se pueden llamar a instructoras y coordinadoras adicionales. La Sociedad de Socorro se reúne los domingos para impartir instrucción en el Evangelio y en otras ocasiones adicionales, según lo determinen la presidencia de la Sociedad de Socorro y el obispo.
La organización de la Sociedad de Socorro también provee de una red de apoyo personalizado, que brinda a las mujeres la oportunidad de cuidar, fortalecer y enseñar la una a la otra. En este programa, llamado maestras visitantes, se asigna una pareja de hermanas a cada mujer, para visitarla en su hogar mensualmente, compartir con ella un mensaje religioso y ofrecerle su ayuda si fuere necesario.
Los Hombres Jóvenes
Los varones dignos son ordenados al oficio de diácono en el Sacerdocio Aarónico a la edad de 12 años. Ellos avanzan al oficio de maestro a los 14 años y al oficio de presbítero a los 16. En estos oficios del sacerdocio, ellos tienen la autoridad para administrar la Santa Cena a la congregación; además, los presbíteros pueden efectuar bautismos. El obispo del barrio es el presidente del Sacerdocio Aarónico. Él llama a hombres adultos ejemplares para servir como la presidencia y asesores en la organización de los Hombres Jóvenes.
El propósito de la organización de los Hombres Jóvenes es ayudar a los jovencitos a aprender y cumplir con sus deberes del Sacerdocio Aarónico y prepararles para las responsabilidades futuras como misioneros, esposos, padres y líderes en la Iglesia. Los hombres jóvenes se reúnen los domingos para recibir instrucción en el sacerdocio, y durante la semana para actividades sociales, culturales y de servicio. En el curso de estas reuniones ―y en su tiempo personal― los jóvenes participan en un programa llamado Mi Deber a Dios, el cual les ayuda a fortalecer sus testimonios y su relación personal con Dios; también les ayuda a aprender y cumplir con sus deberes del sacerdocio y a vivir conforme a las normas del Evangelio.
Las Mujeres Jóvenes
Las mujeres jóvenes, desde los 12 a los 17 años, pertenecen a la organización de las Mujeres Jóvenes del barrio. El propósito de esta organización es ayudar a las mujeres jóvenes a forjar sus testimonios de Cristo y prepararlas para recibir las bendiciones del templo. La organización de las Mujeres Jóvenes también las prepara para sus futuros roles como mujeres de la Iglesia y para contribuir a la sociedad.
El obispo llama a mujeres adultas ejemplares en el barrio para servir como la presidencia y asesoras de la organización de las Mujeres Jóvenes. Las mujeres jóvenes se reúnen los domingos para recibir instrucción en el Evangelio y durante la semana para actividades sociales, culturales y de servicio. En el curso de estas reuniones ―y en su tiempo personal― las mujeres jóvenes también participan en un programa llamado El Progreso Personal, en el cual se establecen y alcanzan metas en ocho áreas de valores.
La Escuela Dominical
Las clases de la Escuela Dominical se imparten cada domingo y duran aproximadamente una hora. La Escuela Dominical ofrece a los miembros mayores de 12 años instrucción en el Evangelio específica para cada grupo de edad (los menores de 12 asisten a la Primaria). La presidencia de la escuela Dominical de barrio usualmente está compuesta por un presidente y dos consejeros, asistidos por un secretario y por maestros llamados para instruir a los diversos grupos de edad.
La Primaria
La Primaria es para niños y niñas desde los 18 meses hasta los 11 años de edad. Tiene como propósito ayudar a los niños a entender el evangelio de Jesucristo y a prepararles para hacer y guardar convenios sagrados. Los niños asisten a las clases de la Primaria durante dos horas cada domingo, mientras sus padres toman parte en otras reuniones de la Iglesia. Los niños también participan en forma regular de los días de actividades, lo que les brinda la oportunidad de interactuar entre sí, tener recreación sana en actividades físicas, creativas, culturales y de servicio; también participan del programa Fe en Dios, el cual les ayuda a vivir los principios del Evangelio y a desarrollar sus testimonios.
Cada barrio tiene una presidencia de Primaria, compuesta por una presidenta y dos consejeras. Estas tres mujeres cuentan con el apoyo de una secretaria, maestros para los diferentes grupos de edad, un líder de música, un pianista y líderes de días de actividades.

lunes, 20 de agosto de 2012

BAUTISMOS EN SAN FERNANDO

SEGUIMOS CON PERSONAS QUE ESTÁN ENTRANDO EN LAS AGUAS BAUTISMALES EN LA IGLESIA DE JESUCRISTO, RECIBIENDO EL DON DEL ESPIRITU SANTO A TRAVÉS DE LA CONFIRMACIÓN COMO MIEMBROS DE LA IGLESIA DE JESUCRISTO DE LOS SANTOS DE LOS ÚLTIMOS DÍAS.
DAMOS LA BIENVENIDA A TODOS/AS LOS/AS HERMANOS/AS QUE RECIBIERÓN Y RECIBEN UN TESTIMONIO SOBRE EL EVANGELIO VERDADERO DE JESUCRISTO, E INVITAMOS A OTROS/AS HERMANOS/AS QUE VENGAN A CONOCERNOS Y UNIRSE   EN HERMANDAD CON TODOS/AS NOSOTROS/AS.